DARKYCLANS JUEGO MMORPG 2023 PAGANDO
Adéntrate en el sombrío y misterioso mundo de Darkyclans, un fascinante juego de rol por turnos de estilo gótico. En este oscuro reino, los jugadores tendrán la oportunidad de crear su propio personaje y embarcarse en una emocionante aventura llena de desafíos y enemigos temibles.
Personaliza a tu personaje eligiendo entre una amplia variedad de clases, atributos y habilidades únicas. A medida que avanzas en el juego, podrás equiparte con poderosos objetos y armas que te ayudarán a enfrentarte a las crecientes amenazas que se esconden en las sombras.
Historia
Lord Ayin Hexfinn y el príncipe Shyveler Talessand eran mejores amigos. Habiéndose conocido en tiempos de paz y siendo importantísimos miembros de las familias reales de Numermeyl, pasaban largas jornadas de su niñez jugando en los pomposos jardines de sus castillos mientras sus padres, reyes de Hedder y Rustia respectivamente, discutían cuestiones de política y comercio. Hedder y Rustia, como dos piezas de diamante extraídas de las cuevas de los gnomos, resplandecían fuertes e inquebrantables en tiempos de abundancia. La “Era del Grial”, la bautizó la gente común, en honor al Grial de oro del dios Abraxas, cuyo líquido sagrado creó el mundo y la vida. ¡Qué gloriosos tiempos de felicidad y amor! La magia negra y el Agamori morían en el olvido mientras eran mantenidos a raya por los magos, y la magia blanca se convirtió en pábulo y puntal de los reinos. Ayin y Shyveler crecieron en aquellas décadas armoniosas, y, como todo lo bueno, los años transcurrieron con rapidez. Los infantes se transformaron en hombres y los príncipes en reyes. El vínculo fraternal del rey Ayin y el rey Shyveler, cultivado a través de tantos días de ocio y noches de vicio, forjó una alianza de hierro.
Los reinos de Hedder y Rustia iban viento en popa y se proclamaron los más grandes de Numermeyl. Superaron incluso a Vhalentis, el mágico reino de los elfos.
HEDDER
Pero un día, el rey Ayin desapareció.
Con tan desgraciado suceso, los reinos se tambalearon, y la paz, que hasta entonces resistía como los recios árboles de Snybur, se astilló. No tardaron en correr rumores entre los campesinos, que disfrutaban del cotilleo tanto como gozaban del vino de sus cultivos. "El rey Shyveler traicionó y asesinó al rey Ayin". Así como el ocaso roba el brillo del cielo, la desaparición de Ayin robó la confianza entre Hedder y Rustia.
Hedder comenzó a degradarse ante la falta de su rey. Pequeñas escaramuzas y pleitos entre la gente común de sendos reinos vaticinaban algo que treinta años atrás nadie hubiera imaginado… la guerra. El desesperado rey Shyveler tuvo que suspender su duelo y endurecer su golpeado corazón para sujetar la alianza y mantener a flote su reino, pero las bocas de los pueblos fueron incontrolables, y las disputas, cada vez más frecuentes, cada vez más violentas, se escaparon de sus manos.
Cinco años después de la desaparición de Ayin, cuando Shyveler ya daba todo por perdido, alguien tocó la puerta de sus aposentos. Shyveler no daba fe de lo que sus ojos veían. Ayin, su gran amigo, ese que recordaba risueño y gentil, había aparecido en su castillo… con alas y cuernos. Ayin solo otorgó unas pocas palabras.
RUSTIA
"Así como el mal perece, el bien también debe morir. Las almas oscuras regresarán al abismo al que pertenecen y las grises marcharán a la batalla para restablecer el equilibrio hasta que su destino sea decidido".
"¿Y qué sucede con las almas de luz?", solo pudo inquirir Shyveler, presa de la estupefacción.
La única respuesta que obtuvo fue una sonrisa retorcida.
Esa noche, el rey Shyveler desapareció y se abrió una grieta entre Numermeyl y el Agamori. Hedder acabó de oscurecerse con el regreso de su ahora demoníaco rey y tanto Rustia como los reinos aledaños de Kaznar y Vhalentis levantaron sus escudos y espadas para protegerse del mal.
Pero el mal como la mala hierba prospera y, finalmente, la temida pero profetizada
